sábado, 3 de diciembre de 2016

Ironía en O sostenido.








Ironía en O sostenido.


En dónde estaban los poetas
Cuando te bebías tu diabetes
O tu cirrosis

O cuando se te antojó tu madre tu hermana la maestra
Y tuviste que dejar la iglesia la casa la escuela

O cuando te viste godínez obrero o viene viene
Y maldeciste los libros las series         o las telenovelas

En dónde estaban cuando se te perdió tu perro
O cuando te timaron en el tianguis
O tu mujer te dejó en visto

O cuando se te sale expedito         un pedo en plena calle
O  cuando rompes el vaso de tu padre
O te cachan viendo los calzones
De una dama    En dónde estaban

En dónde estaban los poetas cuando terminaste con tu primer amor
O cuando te ganaron a tu amor      platónico
O cuando bebiste de más
O cuando no se te para      ni a madrazos
O cuando te ganaron        las ganas
O cuando se inventó el meme    
O cuando te caíste de la cama    

En dónde estaban

En dónde estaban los poetas cuando naciste sin ser deseado
O discapacitado
O cuando el autobús se quedó sin frenos
O
Te olvidaste de cerrar el gas

En donde estaban



Nunca estuvieron
Porque
                 Entonces
El poeta
                  Eras

miércoles, 20 de julio de 2016

Delincuentes




                                                                  ¿Hijo mío, porqué me has abandonado?

                                                                        André Gide, El regreso del  hijo pródigo.

Delincuentes.

A veces somos la muerte;
del cártel sin nombre
                                   la estaca.

¿No lo sabías?
Cierta lógica demanda quedarse en las sombras.
Son reglas del negocio:
                                     lo ilegal ha de pasar inadvertido.

Nosotros volvemos indigno, de sus padres,
todo hijo pródigo;
al marido fiel, con spots de fastidio
el dulce hogar le apestamos;
y aún, y con mayor impronta,
contra el solitario
la ilusión que le acompaña enardecemos.

Somos ingrávidos, pasamos de largo;
a veces, como por accidente, se nos cae
un remedo de napoleónico sueño
en algún ser ordinario.

Vamos donde alguien ubica, pone el dedo.
No sabemos si somos parcas del infierno
                                                                o guardianes de algún cielo:
algunos nos llaman los derechos de la vida,
otros, simple descorazonamiento…

Puedo decirte que extrañarán el trato,
las risas, las fiestas, los colores…
no es raro el ir de doblecara;

Pero

Mientras sigan en lo dicho
o  decidan conservarte,
nosotros hemos de quitarte
de en medio.